La leyenda de Rómulo y Remo nos cuenta cómo ocurrió la fundación de Roma. Su argumento principal se basa en la vida de estos dos gemelos, que protagonizan esta breve historia, que no deja de ser una biografía sobre los primeros compases de su vida.
La leyenda de rómulo y remo
Según la leyenda, la ciudad de Roma fue fundada por dos hermanos gemelos, Rómulo y Remo.
La historia comienza con la destrucción de Troya. Eneas, héroe troyano, consiguió escapar cargado con su padre y con su hijo Ascanio. Tras largos años de viajes, llegó a la región del Lacio y fundó allí la ciudad de Alba Longa, convirtiéndose así en su primer rey.
Avanzamos en el tiempo cuatrocientos años, momento en el que la envidia y el egoísmo entran en escena. En el trono de Alba Longa se encuentra Numitor, descendiente de Eneas. Sin embargo, su hermano Amulio no está de acuerdo con esto, y decide quitarle el trono. Además, ha condenado a la descendencia de su hermano para que su puesto no corra peligro: ha matado a todos sus hijos varones y ha convertido a su única hija, Rea, en monja del dios Vesta, prometiendo voto de castidad.
Cuenta la leyenda que Rea se encontraba en la orilla de un río cuando Marte la vio. El dios de la guerra quedó enamorado de ella, y la dejó embarazada. Así nacieron Rómulo y Remo.
Poco después de su nacimiento, Amulio se enteró y los mandó matar. Ante esta situación, para que no los encontraran, su madre no encontró otra alternativa que dejarlos abandonados en el rio dentro de una cesta. La corriente los llevó a un lugar entre las colinas Capitolio y Palatino, donde los encontró la loba Luperca y se apiadó de ellos. Fueron amamantados por este animal hasta que los encontró el pastor Faustolo, quien decidió criarlos en secreto junto a su mujer.
Tras un tiempo, cuando los gemelos crecieron, el pastor les reveló su verdadera procedencia y rápidamente se dirigieron a Alba Longa. Allí, en su ciudad natal, mataron a Amulio y le devolvieron el trono a Numitor, a su abuelo. Como agradecimiento él les entregó unas tierras al noroeste del Lacio, y ellos decidieron fundar una ciudad en el lugar donde fueron encontrados por la loba Luperca.
Sin embargo, comenzaron algunos problemas. Rómulo y Remo no se ponían de acuerdo con el lugar en el que debían fundar su nueva ciudad, en un entorno cercano a las 7 colinas. Remo quería fundarla sobra la colina del Aventino mientras que Rómulo prefería en la colina del Palatino. Para resolver este desacuerdo decidieron recurrir a una antigua tradición etrusca, consultar el vuelo de las aves. En este caso, el que más buitres avistara desde su colina sería el vencedor.
Sobre su colina, Remo avistó 6 aves, y se dirigió hacia Rómulo triunfante, pensado que él sería el ganador. En cambio, desde lejos vio como Rómulo ya estaba trazando los límites de su futura ciudad. 12 buitres habían sobrevolado la colina del Palatino.
Cuando Remo se acercó, su hermano prometió que cualquiera que entrara en su ciudad sería asesinado. Desafiante, Remo cruzó la línea de un salto. Rómulo se vio obligado a cumplir su promesa, y mató a Remo. La ciudad fue fundada el 21 de abril del año 753 a.C, Rómulo se convirtió en su primer rey y, muy arrepentido, en honor de su hermano la llamó Roma.
¿Leyenda… o ocurrió en la realidad?
Esto es lo que contaban, con algunas variaciones, historiadores romanos como Tito Livio y poetas como Virgilio. Pero, ¿es una historia que ocurrió realmente o una simple leyenda? ¿Son personajes reales o nunca existieron?
Los historiadores actuales descartan esta historia como un hecho real. Se trara, pues, de un mito. Atribuyen la fundación de Roma a una agrupación de aldeas situadas en las cercanías de las 7 colinas. Seguramente ninguno de los habitantes de esos pequeños pueblos podría haber imaginado el futuro que le depararía a su ciudad.
A pesar de esto, la leyenda de Rómulo y Remo tenía una vital importancia para los romanos. En primer lugar, establece que los fundadores pertenecen a la genealogía de la mitología griega (Eneas, de Troya) y, especialmente, que tienen ascendencia divina, del dios Marte. Al fin y al cabo, los romanos no podían imaginar que un imperio como el suyo hubiera tenido el mismo origen que cualquier otro pueblo que habitara la región del Lacio en sus inicios.
También esconde una serie amenaza a todos aquellos que intenten invadir Roma, cualquiera que cruce su muralla será asesinado. Sin importar siquiera si son familiares.
Por otro lado, el fratricidio sobre el que se funda la ciudad acosaría después a Roma con numerosas guerras civiles y asesinatos.
Fuente de inspiración artística
La referencia artística más conocida sobre Rómulo y Remo es la estatua de la loba capitolina. Esta figura representa quizás el momento más famoso de la leyenda, el momento en el que la loba amamanta a los dos críos.
Se pensaba que se completó en la antigua Roma, pero, recientemente se ha comprobado que se llevó a cabo durante la Edad Media, mientras que las figuras de los gemelos se añadieron durante el Renacimiento.
Esta leyenda también ha sido el argumento principal de una película producida en 1961 en Italia, llamada Romolo y Remo.
Bibliografía
- García, Francisco. Rómulo y Remo: mito y realidad de la fundación de Roma. Madrid: Ediciones Akal, 2005.
- González, Luis. Rómulo y Remo: historia de los fundadores de Roma. Sevilla: Editorial Prehistoria y Arqueología, 2008.
- Morley, Neville. Rómulo y Remo: la leyenda de la fundación de Roma. Barcelona: Ediciones Crítica, 2011.
- Niccolini, Francesco. El mito de Rómulo y Remo: historia y simbolismo en la antigua Roma. Valencia: Ediciones Istmo, 2006.
- Rawson, Elizabeth. Rómulo y Remo: orígenes de la civilización romana. Madrid: Ediciones Marcial Pons, 2004.
- Santangelo, Francesco. Los fundadores de Roma: Rómulo, Remo y la leyenda de la loba. Madrid: Ediciones Espasa, 2009.
- Schmitt, Rolf. Rómulo y Remo: un estudio sobre la fundación de Roma en la tradición romana. Barcelona: Ediciones Akal, 2003.
- Stille, William. Rómulo y Remo: mitos fundacionales en la historia romana. Granada: Editorial Universidad de Granada, 2007.
- Suetonius, C. Tranquillus. Las vidas de los doce césares. Traducción de Jesús Sánchez Adalid. Madrid: Ediciones El País, 2006.
- Vázquez, Javier. Rómulo y Remo: los hermanos que fundaron Roma. Madrid: Ediciones Crítica, 2010.