La República romana

El término república proviene del latín (res: cosa; pública: pueblo). Tras el periodo de monarquía, los romanos no querían volver a tener gobernadores que abusaran de su poder y de los derechos de los ciudadanos. Por eso, el objetivo primordial era crear instituciones de gobierno que impidieran que una sola persona pudiera acaparar demasiado poder

Etapas de la República romana

Históricamente la república en Roma se divide en tres etapas. Estos periodos de tiempo están definidos por la expansión que lleva a cabo esta ciudad.

República romana temprana

En esta etapa Roma pasa de ser una simple ciudad a ocupar la mayor parte de la península Itálica. Esta expansión de su territorio se consigue sometiendo a los pueblos vecinos, en especial, a los latinos y a los samnitas.

  • Guerras latinas. Se enfrentaron a los pueblos que habitaban la región del Lacio. Tras dos guerras, separadas por más de un siglo y medio, consiguió someterlos a todos y sus ciudades pasaron a formar parte de la República Romana.
  • Guerras samnitas. Enfrentó a al pueblo de los samnitas por el dominio del centro de la península Itálica. Fueron un total de tres guerras. El acontecimiento más importante ocurrió en la segunda guerra samnita. Los romanos vivieron el momento más humillante de su historia. Atrapados en un desfiladero, sin posibilidad de escapar y desarmados, tuvieron que pasar bajo el yugo de sus propias armas para firmar la paz.

República romana media

Es el periodo más brillante de la historia de Roma. La república se extiende más allá de la península Itálica y entra en contacto con otras potencias del Mediterráneo. Roma se confirma como la mayor potencia militar tras vencer a Cartago en las guerras púnicas.

La expansión territorial alcanzó límites impensables. Conquistaron Macedonia, el norte de África, tomaron Hispania, crearon colonias en las actuales costas francesas… Esto les permitió tener el control del mar Mediterráneo, al que llamaban Mare Nostrum, “mar nuestro”. Así aseguraron el buen desarrollo del comercio y la llegada de alimentos desde otras provincias, como el trigo de Hispania.

  • Guerras pírricas. Roma ya dominaba casi toda la península, pero al sur aún se encontraba la Magna Grecia, un conjunto de colonias griegas. La batalla era inevitable. Tarento, una de las colonias, pidió ayuda a Pirro, rey de Epiro. La gran novedad que trajo consigo este rey fueron unos elefantes de guerra. Los romanos no estaban preparados para aquello y sufrieron varias derrotas. Finalmente, dieron con la forma de vencer a estos animales y ocupó las ciudades de la Mana Grecia.
  • Guerras púnicas. Fueron un conjunto de tres guerras en las que se enfrentaron las dos mayores potencias de la época, Cartago y Roma. El resultado final fue la completa destrucción de la ciudad de Cartago y el dominio total del Mediterráneo por parte de los romanos. Puedes leer más en el artículo completo sobre las guerras púnicas.

República romana tardía

Ya nadie podía vencer a Roma. Era la principal y prácticamente la única potencia en el mediterráneo. El principal enemigo romano en esta época eran los propios romanos. Habían conquistado increíbles extensiones territoriales que no podían ser gobernadas con las mismas leyes que regían la vida de una pequeña ciudad. Además, las aspiraciones personales, buscando conseguir fama y dinero, nublaban las mentes de algunos magistrados, sin pensar en cuenta el bien común. Esto llevará inevitablemente a la caída de la república romana.

La gran expansión que llevó a cabo Roma se tradujo también en grandes desigualdades sociales. Las conquistas reportaban a los generales y a los aristócratas grandes fortunas. Al mismo tiempo, el número de esclavos ascendía, pues procedían de pueblos conquistados. Estos esclavos intentaron mejorar sus derechos a través de guerras contra sus amos y las legiones romanas. El gladiador Espartaco personificaba esta lucha a favor de los esclavos.

A pesar de todos estos problemas internos la expansión continuó. Destaca la campaña por las Galias (la actual Francia) dirigida por Julio César, con algunas incursiones en la península británica.

En política sobresale la invención del triunvirato, una fórmula de gobierno por la que tres líderes políticos se unen para gobernar con mayor fuerza. Hubo dos, el primer  triunvirato, formado por Licinio Craso, Julio César y Pompeyo Magno, y el segundo, en el que participaron Octavio Augusto, Marco Antonio y Marco Emilio Lépido. Sin embargo, aunque parecían una promesa de estabilidad política, tras cada triunvirato se desató una guerra civil.

Tras la cuarta guerra civil de la república romana, Octavio venció a Marco Antonio, su principal opositor, anexionó las tierras de Egipto y se convirtió en emperador, bajo el nombre de César Augusto. Es el fin de la república en Roma. Se inicia el periodo del Imperio Romano.

Organización política

Roma estaba dirigida por una serie de magistrados (gobernantes) elegidos en unos comicios. Estos magistrados eran los representantes de los ciudadanos, tanto de los patricios como de los plebeyos. El poder supremo era confiado a dos cónsules.

Cada cargo tenía unas funciones bien definidas y precisas. Para acceder al cargo público más bajo, el cuestor, había que cumplir con el requisito de haber servido en el ejército durante al menos diez años. 

Existían las siguientes magistraturas:

  • Cuestores: funcionarios de finanzas
    • Guardaban el tesoro público
    •  Realizaban los censos
    • Se encargaban de la gestión de los impuestos.
  • Ediles: dirigían las ciudades
    • Aseguraban la provisión de agua en la ciudad.
    • Gestionaban la venta de trigo a los plebeyos.
    • Mantenían los caminos en buenas condiciones.
    • Vigilaban la correcta utilización de los terrenos públicos.
    • Mantenían la paz pública.
  • Pretores: tenían funciones esencialmente judiciales
    • Promulgaban leyes
    • Gobernaban provincias
    • Dirigían algunas legiones.
  • Cónsules: era el cargo más prestigioso. Tan solo existían dos puestos. Eran superiores a todos los otros cargos, excepto al tribuno de la plebe, quien podía vetar sus decisiones.
    • Presidían el Senado.
    • Dirigían al ejército por completo.
    • Podían elegir un dictador  en caso de inseguridad en Roma.
    • Estaban acompañados por 12 soldados llamados lictores, que los protegían
    • Disfrutaban del imperium, es decir, que podrán mandar y castigar sobre los ciudadanos de todos los territorios conquistados por Roma.
  • Dictador: en casos especiales, cuando se producían graves crisis en Roma, se otorgaba el poder a un cónsul anciano y se inhabilitaba al Senado durante un periodo de dos años. El dictador tenía plenos periodos y debía resolver la crisis.

Nos puede surgir la pregunta: ¿la república romana era democrática o oligárquica? 

Lo cierto es que el poder estuvo desde el principio controlado por una sola clase social: los patricios. Solo los patricios podían acceder al Senado, por lo que solo ellos podían decidir realmente sobre el futuro de su ciudad. Además, esta era una clase cerrada, ya que únicamente se podía pertenecer a esta clase social si todos tus antepasados masculinos eran patricios. 

Por lo tanto, estamos ante una situación que responde mejor a la definición de oligarquía que a la de democracia. Sin embargo, los plebeyos lucharían por cambiar esta situación. Esto da lugar a los conflictos entre patricios y plebeyos.

Sociedad

La sociedad romana se dividía en clases sociales:

  • Patricios: descendientes de los primeros habitantes de Roma que, junto con Rómulo, fundaron la ciudad.
  • Plebeyos: descendientes de extranjeros y que no participaron en la fundación de Roma.
  • Libertos: antiguos esclavos que habían conseguido la libertad.
  • Esclavos: habitantes de los pueblos conquistados por los romanos, o antiguos ciudadanos romanos que, tras incumplir alguna de las leyes más importantes, se convertían en esclavos.

Existía una gran desigualdad entre los patricios, que dirigían la política y tomaban las decisiones importantes, y los plebeyos, que luchaban en el ejército, pagaban impuestos y no tenían representación política.

Las protestas de los plebeyos se correspondían con secesiones al monte Aventino: durante un tiempo indefinido los plebeyos se retiraban a este monte, provocando que la ciudad quedara prácticamente paralizada. Gracias a esto, consiguieron numerosas reformas de la ley, encaminándose hacia la igualdad entre las dos clases sociales. Entre las mejoras que obtuvo la clase plebeya, destacan:

  • La ley de las XII tablas, que suponen un límite al abuso de los patricios.
  • Se permite el matrimonio entre clases.
  • Se crea la figura del tribuno de la plebe. Un magistrado que debe ser plebeyo y que defiende los derechos de su clase social. Puede vetar las decisiones de los cónsules si cree que una ley es injusta.
  • Se consigue que uno de los dos cónsules sea plebeyo.

Finalmente, tras otras leyes de menor importancia, se promulga una ley que otorga a ambas clases   los mismos derechos, con lo que se consigue la igualdad.

Economía

La base de la organización económica residía en la agricultura y en el comercio. La agricultura era la principal actividad económica que se desarrollaba desde la fundación de la ciudad. 

A la vez que la república se expandía, la población de la ciudad crecía, y cada vez cobró más importancia el comercio. No solo para hacer negocios, si no para abastecer a la población. También era una forma de llevar a la capital los diferentes lujos característicos de cada provincia. El dominio del mediterráneo permitía realizar todos estos intercambios con seguridad.

Las legiones romanas

La principal causa de la gran expansión de la república romana la encontramos en su ejército. Los adversarios temían enfrentarse a ellos, dada la ferocidad con la que luchaba. Otra de las claves fue la persistencia. Aunque perdieran algunas batallas, los romanos siempre volvían con más unidades y con la experiencia que adquirieron durante la derrota.

Los ciudadanos romanos desde 17 a 46 años podían ser llamados a filas. En un principio solo los ciudadanos que poseían alguna propiedad tenían la obligación de luchar por su ciudad, ya que pensaban que lucharían con mayor fuerza si tenían algo propio que defender.

Se formaba legiones de unos 4500 hombres. En primera línea se situaban los jóvenes, en segunda línea los jóvenes más experimentados y en la retaguardia los de mayor edad. Los ricos solían combatir en la caballería mientras que los pobres integraban la infantería.

Los soldados se nombraban cada año al azar entre todos los ciudadanos en edad de acudir al ejército. En caso de que Roma estuviese siendo atacada, todos los ciudadanos en edad de estar en el ejército debían proteger su ciudad. A medida que la república romana conquistaba otros pueblos, muchos habitantes de estos eran obligados a formar parte de las legiones romanas.

Las característica principal de estas legiones eran una rigurosa disciplina. También son muy conocidas  por la rápida velocidad de desplazamiento, por la organización y por los campamentos fortificados provisionales que construían mientras estaban en campaña.

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