Homo antecessor es una especie extinta de homínido que vivió en Europa hace aproximadamente 1,2 millones de años. Se considera un ancestro potencial de los neandertales y posiblemente de los humanos modernos. Se caracteriza por poseer rasgos tanto primitivos como avanzados en su anatomía
Descubrimiento
El descubrimiento del Homo antecessor es uno de los hallazgos más significativos en la paleoantropología europea y proporciona una visión importante sobre la evolución humana temprana en Europa. Este descubrimiento se realizó en el yacimiento de la Gran Dolina, en la sierra de Atapuerca, cerca de Burgos, España.
El yacimiento de la Gran Dolina es parte de un complejo arqueológico y paleontológico en Atapuerca, conocido por sus abundantes restos fósiles de homínidos y otros animales, así como por sus herramientas de piedra. Las excavaciones en este sitio comenzaron en la década de 1970, y fue en 1994 cuando los paleontólogos José María Bermúdez de Castro, Eudald Carbonell y Juan Luis Arsuaga lideraron un equipo que realizó el descubrimiento crucial.
En la Gran Dolina, los investigadores encontraron restos fósiles que incluían fragmentos de cráneos, mandíbulas, dientes y huesos postcraneales. Estos restos fueron datados entre 800.000 y 1,2 millones de años de antigüedad, lo que los situaba en el Pleistoceno Inferior. El análisis detallado de estos fósiles reveló características morfológicas que no se correspondían exactamente con las de otros homínidos conocidos hasta entonces, como el Homo erectus o el Homo heidelbergensis.
En 1997, el equipo de investigadores propuso que estos restos pertenecían a una nueva especie de homínido, a la que denominaron Homo antecessor. Esta especie se consideró como una de las más antiguas de Europa y, posiblemente, un ancestro común de los neandertales y los humanos modernos. El nombre «antecessor» proviene del latín y significa «explorador» o «pionero», reflejando la importancia de esta especie en la colonización temprana de Europa por parte de los homínidos.
El descubrimiento del Homo antecessor en la Gran Dolina ha tenido un impacto significativo en el estudio de la evolución humana, proporcionando evidencias sobre la presencia temprana de homínidos en Europa y su posible relación con otras especies humanas. Además, los fósiles y herramientas encontrados en Atapuerca han ayudado a los científicos a comprender mejor las adaptaciones, comportamientos y modos de vida de estos antiguos habitantes de Europa.
Cronología
El Homo antecessor es una especie de homínido que vivió durante el Pleistoceno Inferior en Europa. Su cronología abarca aproximadamente desde hace 1,2 millones de años hasta hace unos 800.000 años. Esta especie es considerada una de las más antiguas de Europa y juega un papel crucial en la comprensión de la evolución humana en este continente.
- Aparición del Homo antecessor (hace 1,2 millones de años). Los primeros individuos de esta especie habrían aparecido en Europa. Este periodo corresponde a un tiempo en el que Europa estaba experimentando fluctuaciones climáticas significativas, con alternancia de periodos glaciales e interglaciales.
- Ocupación temprana en Europa (hace aproximadamente 1 millón de años). Evidencia de la presencia de Homo antecessor se encuentra en el yacimiento de la Gran Dolina, en la sierra de Atapuerca, España. Estos primeros europeos habrían desarrollado adaptaciones para sobrevivir en un clima variable y habrían utilizado herramientas líticas pertenecientes a la tecnología achelense.
- Desarrollo y dispersión (hace aproximadamente 900.000 años). Durante este tiempo, el Homo antecessor pudo haber expandido su presencia en diferentes partes de Europa. Aunque la Gran Dolina sigue siendo el sitio más significativo, es probable que hayan ocupado otros lugares.
- Extinción y transición (hace aproximadamente 800.000 años). Alrededor de este periodo, el Homo antecessor comenzó a desaparecer del registro fósil. Es probable que haya habido una transición hacia otras especies de homínidos en Europa, como el Homo heidelbergensis, que muestran características evolutivas avanzadas y que eventualmente dieron lugar a los neandertales.
Características físicas
El Homo antecessor exhibía una serie de características físicas que lo distinguen de otros homínidos.
- El Homo antecessor tenía un cráneo grande y alargado, con una capacidad cerebral de entre 1,000 y 1,150 centímetros cúbicos. Esta capacidad es mayor que la de los homínidos anteriores, como el Homo habilis, pero menor que la de los humanos modernos.
- Presentaba un rostro más moderno en comparación con otras especies contemporáneas. El Homo antecessor tenía un rostro relativamente plano con un prognatismo reducido (menor proyección hacia adelante de la mandíbula) y una frente más vertical. Los arcos superciliares (las cejas óseas) eran prominentes pero no tan marcados como en los neandertales.
- La dentición de Homo antecessor muestra una mezcla de características primitivas y avanzadas. Los dientes delanteros eran grandes y fuertes, adaptados para cortar y rasgar alimentos, mientras que los molares eran más pequeños en comparación con especies anteriores.
- La mandíbula era robusta y carecía de un mentón prominente, una característica que distingue a los humanos modernos. La forma de la mandíbula sugiere una adaptación a una dieta variada que incluía carne y plantas.
- El esqueleto postcraneal de Homo antecessor, que incluye los huesos del cuerpo, muestra adaptaciones para la bipedestación eficiente. Sus extremidades eran proporcionales y robustas, lo que indica que estaban bien adaptados para caminar y correr largas distancias. Las características de los huesos de las extremidades también sugieren que eran capaces de realizar actividades físicas intensas.
- Se estima que la altura promedio de Homo antecessor era de alrededor de 1.6 metros, lo que sugiere una estatura más baja en comparación con algunas especies posteriores de Homo.
Herramientas
Hábitat
El principal sitio arqueológico asociado con esta especie es la Gran Dolina en la sierra de Atapuerca, España, pero también se han encontrado restos en otros lugares que sugieren una amplia distribución geográfica.
El hábitat de Homo antecessor incluía una variedad de entornos naturales que iban desde bosques densos hasta áreas abiertas de pastizales. Estas áreas proporcionaban una diversidad de recursos alimenticios y materiales para la fabricación de herramientas. Los análisis paleoambientales y paleoclimáticos de los yacimientos de Atapuerca indican que estos homínidos vivieron en un clima que fluctuaba entre templado y frío, con cambios estacionales marcados que habrían influido en la disponibilidad de recursos.
En la sierra de Atapuerca, el entorno habría sido variado, con zonas boscosas que ofrecían refugio y una abundancia de plantas y pequeños animales para recolección y caza. Las áreas abiertas, por otro lado, habrían sido hábitats ideales para cazar grandes herbívoros como ciervos y caballos, que forman parte de su dieta.
Además, los estudios de los restos fósiles y artefactos líticos encontrados en estos sitios sugieren que Homo antecessor utilizaba cuevas y abrigos rocosos como refugios. Estos lugares no solo ofrecían protección contra los depredadores y las inclemencias del tiempo, sino que también eran lugares estratégicos para el procesamiento de alimentos y la fabricación de herramientas.
Bibliografía
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